Hemos creado este espacio con la finalidad de poder compartir con libertad, abrir caminos, hacernos preguntas… aprender y desaprender juntos y juntas de la vida, del mundo, de Dios, de nosotras y nosotros y de las demás personas. Nos gustaría bucear contigo en la vida, buscar claves, intuiciones, que nos ayuden a crecer en una espiritualidad libre y alegre.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Las prisas nos alcanzan

Todo va tan deprisa... A veces es difícil ser consciente de  cada uno de los pasos que doy, de cada una de las cosas que vivo, parece cómo si llegase tarde a algún lugar y todo tuviera que ser hecho rápidamente. Ya se que esto nos pasa a muchos y a muchas. Me gustaría aprender a disfrutar de lo que hago, de lo que vivo, porque tengo la suerte de que es para disfrutarlo, pero a veces no me da tiempo. No he terminado una cosa cuando ya estoy en la siguiente. Mientras la vida sigue su ritmo, las hojas siguen desprendiéndose de los árboles, siguen cubriendo los caminos y las calles; algunos papas y muchas mamas pasean a sus niños pequeños, les hablan por el camino, sonríen juntos. El cielo se llena de estrellas, el cielo es de un azul profundo, casi negro y... ocupando todo ese espacio infinito, las estrellas, expectantes, observándonos pacientemente desde su lejanía. Todo va tan deprisa, tan deprisa y mientras ellas, las estrellas nos esperan cada noche, tranquila, pausadamente. Esperan nuestra mirada, esa que les dice que existen y que les recuerda que son las musas de muchos sueños.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Y ELLOS... ME ENSEÑAN HUMANIDAD


Hace unos días una amiga envió la experiencia vivida como colaboradora en el proyecto Bantabá. Me he tomado la libertad de recortarla un poco, pero creo que lo fundamental está. Siento no poderos ofrecer las fotografías que envió. El corta y pega no funciona.
VERANO EN ALMERIA “BANTABÁ”
Al principio me apunté a unos Ejercicios Espirituales. Pero quería, por fin, hacer algo por otros y mi verano, trabajando en una tienda, es muy limitado. Miren me dio la idea: mis Ejercicios Espirituales serían este verano esa tarea: Proyecto Bantabá, Almería, El Ejido, Las Norias de Daza. Una. Cuatro quincenas. Cuatro personas cada vez. Yo quería ser una de ellas. Desde ya, me sentía muy contenta. Faltaban tres meses. Quería preparar el corazón. Me han ayudado dos libros de B. González Buelta: Bajar al encuentro de Dios y Orar en un mundo roto .
Se acercaba el día de irme a Almería. En mí había ilusión y un poco de miedo. No sabía si iba a ser capaz de estar a la altura. Un largo viaje en tren desde Valladolid. Ya iba llegando. Cuando dejamos los olivos de Jaén, surgieron implacables los invernaderos. Era un avance de lo que iba a ser “mi pueblo”. Pude imaginar un poquito lo que debía de ser trabajar allí y me estremecí. Osamentas cubiertas de plástico, la mayoría de techos muy bajos. Luego me informaron de que la temperatura habitual es de 50ºC .
Me recibió el ambiente pegajoso de la calima almeriense. Ese clima me templa los nervios. Llegada y acogida. Reunión preparatoria. Esa misma tarde comenzarían las clases. Otra vez el temor: ¿seré capaz? Me gusta enseñar, y me atrae la lengua, la palabra, pero no soy una profesional. Pilar me anima. No va a ser la primera vez. En estos quince días estará siempre ahí.
Una cosa se me graba de la reunión: los alumnos deben sentirse tratados como personas únicas, es importante aprender cada nombre. Eso no me asusta: mi memoria me echará un cable… otra cosa me parece importante: se debe potenciar el grupo, que estén unidos.
Cuando estoy en el centro, llega mi primer alumno, estrecho su mano y al mirarle me llega la certeza de que es un hombre bueno. Van llegando los demás, con una mirada confiada y una sonrisa grande. Voy contenta a mi clase. Al pasar lista me doy cuenta de que lo de los nombres no va a ser tan fácil como pensaba. Sobre todo los árabes… Otra dificultad que no es sólo mía, sino de muchos europeos: algunos rostros se me parecen demasiado entre sí. Las miradas llenas de confianza me alcanzan desde sus lugares alrededor de la mesa. El temor que sentía de no estar a la altura se evapora: ellos se han puesto a la mía. Siento durante esa hora y media una felicidad que no había sentido antes. Su confianza me anima. Según se van, van viniendo los del grupo siguiente. Un poco afónica iniciamos las presentaciones y comenzamos la clase. Hora y media después mi jornada termina… me siento tan feliz… y es sólo el principio.
Durante las dos semanas que estoy con ellos y ellas, día tras día, los voy conociendo. Yo les llamo por su nombre mirándoles a los ojos, ellos me dan la bienvenida cada vez con esa confianza en la sonrisa y en la mirada. Avanzamos en las clases de español. También salen en clase sus preocupaciones, el por qué se vinieron desde tan lejos jugándose la vida y arrancándose de sus raíces. La respuesta siempre es la misma: por buscar una vida mejor. Ahora me cuesta más mirarles y se me encoge el corazón: ¿tienen entre nosotros esa vida mejor?: me cuesta creerlo, cuando voy conociendo los lugares en los que viven, naves grandes en las que caben cuarenta, viviendas con techo de uralita, cocheras donde no existen los baños. Pero yo no conozco la realidad de África: ellos me aseguran que sí, que esto es YA mejor. Utilizo el tema de la Vida Digna en ejercicios de clase. Es bueno que conozcan sus derechos. Es imprescindible que los que creemos en la realidad del Reino de Dios luchemos porque no sean sólo palabras.
Yo intento enseñarles español. Y ellos… me enseñan humanidad. No hay corazas en la forma en la que expresan el afecto, la alegría, el sufrimiento. A veces intuyo que mis alumnos traen preocupaciones de las que no pueden desprenderse a pesar de su interés por la clase, pero una dignidad invisible les envuelve siempre. Siento que defienden la vida de las garras de mil razones que les asaltan para que rindan la alegría y el coraje. Preguntando a un marroquí al que acucian problemas muy reales ¿por qué siempre logra estar contento?, me responde que: “ en la vida las cosas muchas veces son buenas y otras muchas salen mal, que eso es propio del vivir, que por eso no va a permitirse sentirse mal Intento grabarme la lección para cuando vuelva a mi rutina diaria.
En la casa, con mis compañeras, iniciaba el día con un rato de oración. Y el encuentro con Dios continuaba para mí en el encuentro con mis muchachos y muchachas, los que teniendo tan poco materialmente tanto sentido vital me han dado. Si los Ejercicios Espirituales son un encuentro con Dios, yo me he encontrado con Él en El Ejido. Gracias, ¡Bantabá!
María de Grado, Valladolid.

jueves, 23 de septiembre de 2010

¿Dar las gracias?


En estos momentos se lleva poco eso de dar las gracias. Si vamos a un bar, el camarero tiene que servirnos lo que hemos pedido, es su obligación ¿por qué hay que dar las gracias?, Si alguien limpia el lugar en el que trabajamos, las calles por las que paseamos, las estaciones de metro por las que pasamos, si por las mañanas el metro huele bien... ¿hay que dar las gracias? Claro que si... y se me ocurren dos motivos: el primero porque los demás son capaces de hacerme la vida más agradable, me la facilitan; el segundo motivo es que si somos capaces de ver lo anterior y de agradecerlo, se nos ha regalado una forma particular y peculiar de mirar y de ver la realidad. Una realidad donde todas las personas estamos interrelacionadas. Espe
ro que seamos capaces de acoger este regalo, poder contemplar el hacer de tantas personas que nos ha facilitado estar donde estamos y percibir los pequeños y grandes regalos invisibles que nos llegan continuamente: las risas, los cantos de una fiesta de cumpleaños celebrada en la calle, que me acompañan mientras llego a casa; las miradas de ¡qué alegría verte! ¡que bien que llegaste!, que me ayudan a sentirme bien, a reconocerme, a saber que este es mi lugar y a él pertenezco; el libro que me traigo entre manos estos días, sugerido por un amigo y que me está haciendo disfrutar; la música que me relaja y me hace sentir ligera, la que me excita y me invita a la danza, la música que me ablanda el corazón y me ayuda a entrar y a hablar desde lo profundo. Podría seguir enumerando una gran cantidad de regalos
recibidos, en este día que se termina, estoy segura que vosotros y vosotras también lo podríais hacer. Hoy quiero poner en mayúsculas mi mayor regalo: UN AMIGO. Estoy abrumada. A quien corresponda: gracias, gracias, gracias, gracia…

domingo, 15 de agosto de 2010

Callar y gritar con Haiti

Desde Haiti, me paro a sentir, pensar, reconocer, agradecer, el paso de Dios en la vida que late de un modo tan distinto a todos mis esquemas y conocimientos. Me paro y me brota el silencio y el grito. A un tiempo me quedo sin palabras y se me hace un grito en el estómago: ¿Es posible? ¡No a tanto sufrimiento!
Vuelvo al silencio y miro a Dios en la cruz: a Él le encomiendo todas estas personas con sus sufrimientos, el hambre, la angustia de no tener un futuro para ellos ni para sus hijos, la tribulación y el escepticismo. En silencio admirativo sigo rezando.

jueves, 22 de julio de 2010

A algunas mujeres de Chile

Hola a todos y todas las que pasáis por este blog. Hace tiempo que no aparecía, el hecho es que me hicieron un gran, gran regalo que me ha tenido ocupada. Me regalaron la posibilidad de trabajar en Chile con la población afectada por el terremoto de febrero. Hacía un trabajo de escucha, en su mayoría con mujeres, y vuelvo impresionada por estas mujeres, por sus búsquedas, por sus ganas de hacer la verdad consigo mismas. El recordarlas me produce un gran respeto y no puedo más que quitarme el sombrero delante de ellas (en mi caso la boina, que es lo que utilizo). Os contaría muchas cosas, pequeños detalles que me han hecho sentirme profundamente aceptada, a pesar de venir de otro lugar. A pesar del poco tiempo de estancia el trabajo me ha permitido entrar de lleno en sus vidas, en sus necesidades, en sus sueños, en sus esperanzas y desesperanzas, en el descubrimiento de sus búsquedas profundas. Me han trasmitido, a persar de las circunstancias, una esperanza, un saber acoger las circunsatancias y desde ahí transformar la vida... que no creo que muchas sepamos hacerlo, por ello me descubro ante ellas y les doy las gracias.
Mientras escribo voy pasando por mi mente rostros de personas queridas, con mucho sufrimiento detrás pero con unas tremendas ganas de seguir viviendo desde la verdad, desde su verdad más profunda, sin máscaras, sin artificios.
A todos esos rostros concretos: gracias.

jueves, 24 de junio de 2010

MásQueSilencio sale a la calle

Este fin de semana, si vives en Madrid, puede que te lleguen noticias de un centro que se pretende abrir: Un centro de silencio y encuentro para personas que tienen ganas de tomarse en serio aquello de crecer, de seguir dando un sentido a la vida, de pararse, de vivir con hondura. Este centro pretende ser un lugar que puedan usar como medio y herramienta cuando lo necesiten o cuando quieran.
Pretende ser un lugar en el que tú, que lees este post quizá con sorpresa, te puedas sentir a gusto y puedas venir a estar en silencio, nada más y nada menos.
Este sábado 26, si vives en Madrid puede que te encuentres a alguien por la calle que te cuente que vamos a abrir el centro, que necesitamos, si le ves sentido tu colaboración.
Es un centro que aunque no tiene todavía espacio físico tiene mucho espacio en el corazón y en el tiempo de algunas personas que venimos poniéndolo en marcha desde hace unos meses. Nos encantaría que, si quieres, hagas algún comentario sobre ello aquí.
Y pronto podrás hacerlo en la propia página Web del Centro. Porque avanzamos sí, sin prisa, pero sin pausa...

martes, 22 de junio de 2010

El silencio como aliado

Buceando sentido se llama nuestro blog. Porque nos interesa, preocupa, ocupa, inquieta, alegra, pone en pie, la necesidad de sentido que todos tenemos, la nuestra por supuesto, la de cada persona, que es personal e intransferible.
Hoy alguien me decía con lágrimas de asombro, dolor superado y emoción contenida, que su vida volvía a tener sentido. No me atreví a preguntarle cuál era. Estaba siendo testigo de un misterio mayor que no quise empequeñecer con mi deseo de controlar o de entender. Contuve mi pregunta y me quedé en silencio. Y el silencio llamó a otro silencio, y otras palabras, y de silencio en palabra auténtica y verdadera he podido percibir el paso de Dios en una persona.
El silencio... al que tanto tememos a veces, es más bien un aliado que nos permite escucharnos a nosotros mismos, intuir el paso de Dios y acoger el misterio del dolor, el sufrimiento, la alegría y el sentido.
Me quedé sin palabras. Me alío con el silencio. Seguro que me va sacando a flote...

viernes, 28 de mayo de 2010

Se me hace silencio por dentro. Un vacío sin luz y una luz sin vacío. Silencio por dentro que me deja sin palabras, sólo con una certeza: la de Alguien que está, permanece, y espera.
Gracias, Amigo, en silencio me quedo agradecida.

lunes, 10 de mayo de 2010

Es bueno esperar en silencio...

Una amiga mía, Yoli Hernández, compartía en otro foro que compartimos su experiencia personal de silencio. Leerla me ayudó a adentrarme sin más en un silencio denso..., así que le pedí permiso para compartirlo en este blog y aquí va:

"Es bueno esperar en silencio
la salvación de Dios" (Lam. 3, 26)


Hace 15 años este salmo me hizo un eco especial en una situación de dolor-sufrimiento que estaba viviendo.
En esa ocasión, "esperar en silencio" suponía para mí abandonarme en mi centro, hundirme en mi pobreza y experimentar desde lo hondo la soledad, la propia impotencia, el dolor que me producía la circunstancia que estaba viviendo, para desde ahí, desde ese silencio de mi ser, Dios me pudiera salvar, sacar a flote, hacerme vivir en la confianza dejando que la vida fluya...

A lo largo de todos estos años cuando he recitado o escuchado este salmo, siempre me evoca a esa experiencia determinante en mi vida.
Este año una vez más he recitado-orado el salmo en la celebración del Triduo Pascual, pero esta vez, la experiencia ha tenido otro matiz. "Esperar en silencio" no es para un momento puntual sino que tiene que ser la tónica de mi vida: vivir el silencio de mi ser, ser consciente-despierta del momento presente, del aquí y ahora, donde su salvación = Presencia ES una realidad constante, permanente.
A más silencio de mi ser viviendo en el aquí y ahora, más Presencia = más plenitud = más vivencia desde mi propia identidad.

Se me hace difícil vivirlo en el día a día pero estoy en el camino.
Bueno, como siempre, las palabras son criados inútiles, pero ahí queda.

viernes, 30 de abril de 2010

LA IMPORTANCIA DE LAS OTRAS PERSONAS

Se me agolpan por dentro los sentimientos contradictorios. Paseo lentamente por un pasillo, formado por personas que me cuentan al oído una gran cantidad de cualidades, me gustan y ellas dicen que son mías. Existen muchas más cualidades pero me siento cómoda con estas que he escuchado, ¿será porque realmente son las mías?


¡Es increíble!, puedo pasar el tiempo intentando pasar desapercibida, queriendo no ser vista para, al final, descubrir que no es posible, que los demás miran y ven y ven más de lo que algunas veces quisiera. Es un buen momento, es una buena época de descubrimiento personal, de poder reconciliarme con quien soy y descubrirme detrás y más allá de lo que me gustaría ser.


Reconozco que es una suerte que los demás existan. Sí, es una suerte que haya personas a mi alrededor, cercanas o no, que me cuestionen, me den la posibilidad de cambiar, de evolucionar, de sacar lo mejor y, algunas veces, lo no tan bueno. Pues bien, todo eso soy yo, todo ello constituye mi potencial y descubro que es valioso. Aún sabiendo que todas nuestras cualidades tienen su cara y su cruz, pueden ser un tesoro dependiendo de cómo las utilicemos. Yo estoy dispuesta a intentar sacarle brillo a las mías. Me va la vida, mi vida, en ello. Os invito a que hagáis lo mismo, creo que también os va la vida en ello y no solamente nos va nuestra vida, sino también la de toda persona que habite este mundo.

viernes, 23 de abril de 2010

Dios en un susurro


Susurro es ya en sí una palabra susurrante. El murmullo también habla bajito, pero en desagradable, es ruidoso.
El susurro no es ruido. Supone delicadeza, respeto, invitación, voz baja, despacio, brisa suave (1Re 19).
El susurro de Dios está presente entre nosotros, en nuestras vidas, en la historia, en las personas, en los acontecimientos. Un simple susurro suave, nunca impositivo.
Hoy en el silencio compartido he podido percibir el susurro de Dios. No entendí muy bien lo que decía, -por algo susurraba. Pero sí tuve la seguridad de tocar algo de Dios, un Amor más grande, un empuje, un sentido, una alegría entrañable -en las entrañas. Y el deseo, hondo, hondo, de ser pequeño instrumento de esa Voz que siempre habla, a pesar de que a veces no sabemos ni si la escuchamos.
¿Y tú? ¿Qué susurros de Dios escuchas? Si te apetece, me encantaría que los comentaras con nosotras.
T.M.Ll 
(Imagen de: https://rjjqia.bay.livefilestore.com/y1mUG-sLxf-6Z5rmXEaj-VeU-G_xcKsyR-7XMEKpTC91oBUBs5DMN-r0F94an8aI-jNpZ5lRJw_zKVE3CLe1g4UTDRoPSjY5aSMLZ-BYufN3K_qAQXVtKUTAl9Jx8qfP3zWnZ8kvUif3eFdRv-D-2CWUw/distressed_paper.jpg. Gracias por poder usarla)

jueves, 25 de marzo de 2010

Mirando

Se que tendré que pediros perdón porque os  tengo un poco abandonados y abandonadas. El "tendré" no es una cuestión de deber, o una obligación que tenga. Más bien tiene que ver con el deseo que tengo de escribiros, ce comunicarme con vosotras y vosotros, quería haber estado aquí presente, con los que estáis, con los que pasáis por este blog, o con aquellos que nunca habéis estado pero que si formáis parte de este mundo virtual. No tengo ninguna obligación pero si el deseo de acudir a una cita importante para mi. La vida pasa de forma monótona o con grandes cambios. Que sea de una u otra forma quizás dependa solamente de como seamos capaces de mirar la realidad y nuestra propia vida. A mi me gusta verla con un cierto toque de novedad, quisiera poder mirar con asombro lo que vivo, aunque no se diferencie mucho de lo anteriormente vivido. Poder alegrarme de la luz con la que amanecen los días. ¿Habéis notado lo diferente que es según la estación en la que nos encontremos? Otro día hablaremos de eso, hoy el día está nublado y hace viento, parece que el invierno se resiste a marcharse. Poder disfrutar del diálogo con las personas que quiero, o con las que me escribo a través del correo electrónico; disfrutar de la danza, de la contemplación; descubrir las posibilidades que tengo de expresión; embriagarme con la música, y con el arte que otras personas crean. Encuentro un gran placer en indagar qué de lo que vivo me ayuda a ir más allá de mí misma, qué es lo que me ayuda a liberarme, a romper mis límites. ¿Algún día podré estallar como un volcán?, ¿Podré iluminar, calentar, alegrar la vista y el oído como en un día de feria?, ¿Podré fundirme con la tierra, la naturaleza...?

lunes, 8 de marzo de 2010

¿Un avance o síntoma de un retraso?

Hoy es el día de la mujer. De la mujer trabajadora, hasta hace poco; de la mujer, "a secas", en la actualidad.
Hoy me he enterado de que es este día tiene relación con la industria textil y determinadas reivindicaciones de mujeres obreras de dicho sector. De hecho, parece ser, que murieron  quemadas 128 mujeres de una empresa textil en un incendio provocado por los mismos dueños de la fábrica (la leyenda habla de que ocurrió un ocho de marzo, pero la base histórica se remonta a finales del siglo XIX o principios del XX y parece que fue un hecho real).
En todo caso, yo me digo, me lo he repetido a lo largo del día, que es un avance que exista este día oficialmente establecido como Día internacional de la mujer.
A pesar de ello, cuando alguien me ha propuesto celebrar el día de hoy, no he podido menos que alegar que el hecho mismo de celebrarlo habla por sí solo de todo el camino que queda por recorrer.
Pero así somos los humanos, de paradójicos. Y de ahí mi título: celebrar hoy el día de la mujer es, a un tiempo, el síntoma de un avance y de una laguna de nuestra sociedad.
T.M.Ll.

jueves, 18 de febrero de 2010

Para ti, un regalo


Hola a todos y todas aquellas que os acerquéis por aquí. Acabo de recibir un regalo, me han regalado un poema de Pablo Neruda. Hoy este regalo se me enganchó a la piel, a los labios, se colocó en mi pecho e inundó mis ojos, a través de los cuales intentó deslizarse. No le dejé. Aún ahora estamos peleándonos, él queriendo salir y yo reprimiendo su fuga y la mía, reprimiendo la posibilidad de inundar el piso y salir por debajo de la puerta. Perdonad, vuelvo a retomar mi postura y me olvido de la cortina líquida, que el poema, ha puesto en mi corazón, bueno que despiste, quería decir en mis ojos evidentemente.
Lo que hoy deseo es regalaros un poema, una invitación a la vida y a disfrutar de las cosas pequeñas, de los detalles que, por comunes, a veces no somos conscientes de lo que nos ayudan en el día a día, de la fuerza que nos dan, de la mirada que nos proporcionan de la realidad... ¡Tachán...!  ¡Tachán...! y ahí va el regalo, todos tendremos que agradecérselo a María. Gracias.
Muere lentamente 
quien no viaja,
quien no lee,
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su  vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.
Muere lentamente 
quien evita una pasión y su remolino de emociones, 
justamente éstas que regresan el brillo a los ojos   
y restauran los corazones destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está
infeliz con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto
para ir atrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera
una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos...
¡ Vive hoy !
¡ Arriesga hoy !
¡ Hazlo hoy !
¡ No te dejes morir lentamente !
¡ NO TE IMPIDAS SER FELIZ !
Pablo Neruda


domingo, 14 de febrero de 2010

Agraciadas

AGRACIADAS: ésta es la buena noticia que nos llega hoy, domingo. Las bienaventuranzas, esas afirmaciones de las que hablamos mucho pero a veces ni siquiera escuchamos. Las bienaventuranzas, alguien me lo recordaba hoy, afirman que no somos unos desgraciados -tal y como a veces nos sentimos simulando ser calimeros: "Qué desgraciadito soy".
No, somos personas agraciadas, porque Dios nos ha dado su gracia, nos la sigue dando y nos llama a vivirla. Y su gracia no es otra cosa que un amor fuera de todo lo imaginable que hace a mucha gente entregar la vida, entregarse, en agradecimiento a tanto derroche.
En esta noche me siento agraciada y agradecida y quería sólo comentarlo con vosotros. Os deseo lo mismo, agraciadas y agraciados.
T.M.Ll.
(Imagen tomada de http://www.hoycinema.com/especial/anime-cine/img/Calimero-imagen.jpg)






viernes, 5 de febrero de 2010

Es posible orar en el siglo XXI

Creemos con seguridad que es posible orar en el siglo XXI. Porque ya lo hacemos, a solas y con otras y otros. Por eso os hacemos llegar esta oportunidad de pasar el último fin de semana de febrero probando esto de "Orar en el siglo XXI". Quizá nos llevaremos pistas muy personales para nuestro día a día...
Si quieres más información, pincha aquí.

lunes, 25 de enero de 2010

Haití, sin palabras

Llevo días queriendo escribir aquí algo sobre Haití. Pero no puedo escribir nada sobre Haití. Me he quedado sin palabras. Los haitianos me han dejado sin palabras, por su sufrimiento, por su fe, por su desesperación, por su solidaridad, por su insolidaridad, por... Todos los contrastes y opuestos juntos no bastarían para hacer honor a las víctimas del terremoto. No puedo olvidar las pupilas clavadas en la cámara de los niños que vagan solos, a merced de las mafias o de padres bienintencionados aunque no siempre prudentes... Y tantos otros, hoy  jóvenes y familias buscando en los basureros a las afueras de la ciudad.
Pero no quiero vaciar con mis palabras la hondura, el misterio, de lo que se está viviendo en aquel país americano. No quiero, con mis palabras, hollar la dignidad de nadie. Quiero, con mi silencio, expresar mi profundo respeto y mi oración indefensa a ese Dios que está sufriendo con su pueblo.
T. M. Ll.

martes, 19 de enero de 2010

Lo que fue Madrid vestido de blanco


Estos días mis ojos han estado teñidos de blanco y mi cuerpo de cansancio (está visto que las Navidades no me sirvieron para descansar) . Lo importante ha sido el blanco, el blanco manto que se extendía inexorablemente, que lo cubría todo, el blanco que iba cayendo poco a poco y que me dedicaba destellos, que me hacía guiños al pasar por delante de la mirada. Un blanco que tiene un sonido especial ¿lo pudisteis escuchar?, el silencio de lo que se posa imperceptiblemente, sin pedir permiso y el rugido de lo que se resquebraja, de lo que se troncha, de lo que se destruye cuando empiezan a aparecer las primeras huellas, que rompen la continuidad del manto. Existen otros sonidos "schip", "schip", "plaf", los que se producen al deslizarnos o al caernos, pero estos impresionan menos a no ser a aquella persona que lo sufre.
Las palabras son un milagro, o tal vez lo sea el deseo de comunicar y decir algo.