Hemos creado este espacio con la finalidad de poder compartir con libertad, abrir caminos, hacernos preguntas… aprender y desaprender juntos y juntas de la vida, del mundo, de Dios, de nosotras y nosotros y de las demás personas. Nos gustaría bucear contigo en la vida, buscar claves, intuiciones, que nos ayuden a crecer en una espiritualidad libre y alegre.

domingo, 25 de enero de 2009

viernes, 16 de enero de 2009

Unas gafas para el 2009

Me preguntaba el otro día si merece la pena mirar hacia atrás: hachazos –recibidos o incluso provocados–, brotes surgidos… El agradecimiento por lo vivido, las ganas de aprender de todo ello, es una manera de perforar el pasado de modo que pueda salir un nuevo petróleo fuente de energía para el presente, para el futuro inmediato.
Todo el mundo “sabe” que el inicio de un año es momento de “hacer propósitos”. Aprovechar este empujón puede ayudarnos para tomar la vida en nuestras manos y saber parar en mitad de las prisas. Detenernos aunque sólo sea para sentir que no nos llevan a donde no queremos, sino que vamos por donde elegimos, porque también el presente, con todas sus limitaciones puede ser elegido, re-elegido cada día.
Y justamente aquí, viene el lugar de las gafas: nuestras gafas del 2009, ¿cómo necesitan ser para que tanto nosotros como los de alrededor sean más felices?
Las ópticas están abiertas y llenas de ofertas. Cada gafa tiene un coste pero también una aportación –la negra me impide quemarme, pero si hay poca luz no veo nada,… En nuestro momento vital seguro que necesitamos armarnos (¡pacíficamente, por favor!) de alguna actitud fundamental: Gafas de paciencia, de fuerza de voluntad, de esperanza, de confianza, de aguante, de alegría, de… Para ponérmelas necesitaré ir dando ciertos pasos, arriesgar, renunciar a otras cosas,… Ése es un precio que, si los propósitos quieren ser duraderos, habrá de ser tenido en cuenta.
Pero además de costes –perdonad el mercantilismo, pero parece que es un lenguaje que nos va, hoy en día–, hay también ganancias que recibimos –a menudo gratis, en la vida diaria. Llamamos ganancias a esos elementos que alimentan nuestras ganas de cambiar, nuestras actitudes positivas, nuestro crecimiento personal y social. Otro modo de llamarlo: los nutrientes de nuestra vida, lo que nos da alegría de vivir. ¿Cuáles son los tuyos? ¿Quieres cuidarlos a lo largo de este 2009? ¿Cómo?
Si te apetece puedes comentar aquí algo de ello, aunque no te identifiques. Y si quieres charlar más a fondo, te puedes identificar y comentamos…
En todo caso, tu aportación será bienvenida. Y…¡Feliz 2009!

T.M.Ll.

miércoles, 14 de enero de 2009

Nado por una narración.

“Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y sus padres alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
¡Ayúdame a mirar!”

Eduardo Galeano

Cojo aire y me sumerjo un poco más.

El niño quedó mudo, quedó en silencio, y pide que se le ayude a mirar. Pedimos ayuda cuando necesitamos algo, y sí: necesitamos mirar. Con nuestra mirada podemos decir y escuchar palabras muy hondas, a veces palabras que sólo se dicen desde la mirada.
Mi mirada al otro y la mirada del otro es un diálogo, que inicia sensaciones y percepciones que me predisponen ante el otro o la otra, para acogerle. Por eso es importante aprender a mirar bien.


Para bucear en tus propias aguas y encontrar nuestro tesoro.

Tómate un tiempo para ver la vida con otros ojos, para aprender a mirar y aprender a amar.
1. Mira las cosas, sin prisa, con paz. No te acostumbres a conocer personas o cosas sólo “de vista”.
2. Procura que tu mirada sea limpia, sin filtros de colores, sin prejuicios.
3. ¡Qué tu mirada sea clara!, capaz de poner luz hasta en personas o hechos claramente oscuros.
4. Míralo todo con cariño. Todo cambia al mirar así, y uno/a termina descubriendo en todo la huella de Alguien Mayor.
5. Traspasa con tu mirada las simples apariencias de las personas, cosas o acontecimientos.
6. Tus ojos no son una calculadora. El mirar contemplativo es gratuito y evita juicios. No sabe de utilidades ni de rentabilidades.
7. También déjate mirar y déjate sentirte mirado, por la vida, por los demás.
8. Para que tu mirada no sea estéril, salta de la contemplación a la acción y de la acción a la contemplación.
9. Pide ver también lo que no te apetezca ver. Reconoce tus faltas, acepta tus miedos,…
10. Pide el don de ver en todo lo positivo. También tú te sentirás y te verás mejor.

martes, 13 de enero de 2009

¡13 (¡TRECE!) días desde el final del 2008!

Trece días han pasado desde el final del 2008…
Y va tan rápido la vida que parece que el año pasado está ya lejos, lejos, en la memoria de cada uno.
A pesar de ello, creo que el paso del 31 de diciembre al 1 de enero siempre nos hace pensar. En concreto, a mí me cuestiona: ¿Qué sabiduría para la vida cotidiana puedo sacar de lo vivido en 2008, de lo ocurrido, de mis reacciones y actitudes ante ello?
Sabiduría, saborear, tienen la misma raíz. Saborear, raíz, árbol, sembrar: de nuevo emerge en mi mente el poema del leñador y el sembrador y…
Sólo me pregunto: ¿Cómo fui leñadora, hay algo que haya cortado sin vuelta de hoja y ahora me gustaría no haber pegado ese hachazo? ¿He recibido yo misma hachazos que necesito integrar, superar? ¿Qué sembré a mi alrededor, con quiénes? ¿Alguien me ayudó a ir sembrando? ¿Alguien sembró en mí gérmenes de vida? ¿Quiénes?
Preguntas sobre el pasado; dirán algunos que no sirven para nada. Pero son preguntas para mirar hacia delante. Preguntarse por el pasado da por supuesto que somos personas capaces de aprender a vivir, que evolucionamos. Nos permite superar el escepticismo y creernos realmente que podemos cambiar y no vivir siempre de la misma manera; profundizando en lo vivido podemos proponernos seguir los derroteros que sentimos nos ayudaron, podemos rastrear semillas y brotes de los que partir para seguir, un nuevo año, caminando con sentido.
Ojalá mirar al 2008 nos lleve a vivir el 2009 como invitaba el poema del mes pasado:
“ten la mirada profunda
y el paso del sembrador
que toma el pulso a la vida
y alienta con tesón (…)”
Que podamos pensar en el 2009, y empezarlo como realmente queramos, respondiendo a nuestro deseo profundo. Pararnos un poco y mirar este año recién estrenado con nuevas gafas. Pero, ¿Con qué gafas?
Eso ya lo dejamos para un próximo día.

T. M. Ll.