Hemos creado este espacio con la finalidad de poder compartir con libertad, abrir caminos, hacernos preguntas… aprender y desaprender juntos y juntas de la vida, del mundo, de Dios, de nosotras y nosotros y de las demás personas. Nos gustaría bucear contigo en la vida, buscar claves, intuiciones, que nos ayuden a crecer en una espiritualidad libre y alegre.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Una pizca de confianza hace milagros

Así como los antiguos nos definían en cuanto seres humanos por nuestro ser racionales, a mí me gusta afirmar que somos humanos en cuanto capaces de confiar –y de desconfiar. De ahí que quiera hoy seguir al hilo de la confianza con el que compartía el mes pasado.
Por entonces decía cómo somos seres que vivimos de la confianza. La confianza es una de las actitudes, a mi juicio, que más nos humaniza, es decir, que nos hace más humanas y humanos en nuestras relaciones, y que hace más humano y habitable nuestro mundo. De ahí también que en el Evangelio haya tantas invitaciones a la confianza: no olvidemos que para Dios, nuestro bien es un objetivo primero.
Entonces, si es tan importante confiar, cabe preguntarse: cultivar nuestra capacidad de confiar, ¿es algo posible?, ¿o es ridículo, ingenuo? ¿o bien, es necesario y vital?...

¿Cómo te contestas tú?

El otro día yo intentaba expresar cómo vivimos de la confianza, a pesar de que experimentemos a menudo –más de lo que quisiéramos sin duda–, momentos de ruptura. Sin embargo, al igual que hay experiencias que nos hacen tambalearnos, hay encuentros que nos ayudan a recuperar la confianza. Son encuentros con personas que, sabiéndolo o no, nos posibilitan crecer, hacia dentro y hacia lo hondo, y ser más personas. Personas que nos permiten aumentar-reciclar-sanar… nuestra capacidad de confiar.
Desde esta misma experiencia podemos a nuestra vez intuir que todos nos influimos mutuamente y que también nosotros podemos ayudar a otros a crecer, confiando en ellos. Confiar en los que nos rodean va creando todo un círculo de “posibilidades y relaciones confiantes” y eso transforma.
Es fácil que en una primera intuición este modo de hablar nos choque y nos parece un poco ingenuo: ¡hasta la sabiduría popular parece contradecirlo! Ya dice el famoso refrán: “Piensa mal y acertarás”. ¿Quién no lo ha dicho o escuchado alguna vez? Indica todo un talante vital y una concepción del ser humano: que no somos seres fiables, y por tanto, que no podemos confiar los unos en los otros. Esto supone todo un modo de situarse en la vida.
La propuesta que yo haría, si queremos contribuir una pizquita a transformar la realidad es adoptar la mirada, la postura opuesta: “Piensa bien y acertarás”. Cuando dudes de si alguien te intenta hacer daño, piensa bien. Cuando no sepas si han hecho algo adrede en contra de alguien querido, piensa bien. De este modo se abre uno a la posibilidad de lo mejor de cada persona y no cierra cauces de encuentro.
Hay un texto que hace tiempo que guardo y leo a menudo. Hace alusión también a estas dos posturas ante la vida. Aquí os lo dejo, de regalo, para compensar el retraso de mi aportación –tenía que llegar la primera semana de diciembre, no casi a mediados como es el caso. No tiene autor porque no sé quien lo escribió, pero merece la pena, creo.



De un leño seco hizo leña,
como siempre, un leñador.
¡Sólo era un tronco inservible,
perdido en aquel rincón…!
No importaba si fue el viento
el que un día lo arrancó,
si se desgajó de un árbol,
si el torrente lo arrastró.
Era un pobre tronco seco
que en el fuego terminó.
Junto al camino, otro leño
se tropezó el sembrador.
Parece estar seco
pero el buen hombre pensó:
“quizás la savia escondida
corra aún por su corazón;
tal vez haya una semilla
germinando en su interior.”
Y empezó a regar la tierra,
y en lo imposible esperó,
hasta que un día una planta
del tronco seco brotó.


Cuando pases por las calles
no vayas de leñador.
Ten la mirada profunda
y el paso del sembrador
que toma el pulso a la vida
y alienta con tesón,
que en las noches del invierno
no duda que saldrá el sol,
que cree que algo renace
si algo muere por amor,
que siempre espera en
lo bueno que hay en
cada corazón.


No es fácil ir por el mundo
haciendo de sembrador.
Está la tierra en sequía
y es muy dura la labor…
pero Dios sigue apostando
por la vida que creó
y Él hará que brote un día
del tronco seco una flor.

domingo, 23 de noviembre de 2008

En este momento estoy en el último curso de formación en terapia gestalt. Está siendo una aventura apasionante y me siento inmensamente agradecida por haberme podido embarcar en ella. Probablemente conoceréis lo que llaman “oración” de la gestalt, de S. Pearls. Es muy interesante y quiero compartirla:

Yo soy yo y tú eres tú.

Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y,

tú no estás en este mundo para cumplir las mías.

Tú eres tú y yo soy yo.

Si en algún momento o en algún punto nos encontramos,

y coincidimos, es hermoso.

Sino, pocas cosas tenemos que hacer juntos.

Tú eres tú y yo soy yo.

Falto al amor a mi mismo

cuando en el intento de complacerte me traiciono.

Falto de amor a ti,

cuando intento que seas como yo quiero

en vez de aceptarte como realmente eres.

Tú eres tú y yo soy yo.

Comparta también mi experiencia:

He tardado en comprender, en darme cuenta, que sentirme satisfecha y a gusto conmigo misma no depende del criterio de los demás ni de que me encuentren agradable. ¡Cuántas veces tengo que pararme para ser consciente de que no estoy en este mundo para satisfacer las expectativas de los demás... y viceversa! ¡Cuánto tiempo he necesitado para interiorizar que el respeto a los demás empieza por el respeto hacia mí misma y que eso no es ser egoísta sino honesta!

Es hermoso cuando en el encuentro con alguien se produce la chispa que lleva a compartir y también reconozco que hay personas con las que, por algún misterio, no me encuentro… y no pasa nada.

No me quiero cuando al tratar de complacer me traiciono. No amo a la otra persona cuando intento que sea como yo quiero. Es un reto para mi aprender a respetarme y aprender a aceptar a la otra persona tal como es (que no quiere decir que me guste o que este de acuerdo con ella).

Me gusta lo que insinúa este texto pero al mismo tiempo confieso que hay algo que me falta… No me resulta suficiente el “yo soy yo y tú eres tú”, se queda pobre; creo que es un principio necesario pero me siento invitada a ir más allá: hacia el “nosotr@s”. Miro mis relaciones de amistad y probablemente no serían lo que son si me/nos hubiéramos quedado en el “yo soy yo y tú eres tú”. Doy las gracias a todas esas personas tan queridas para mí que no me han dejado en el “yo soy yo” y me han retado a construir el “nosotr@s”.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Nado por una narración...


“Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular su savia. Raíces y copa han de tener la misma medida, has de esta en las cosas y sobre ellas: sólo así podrás ofrecer sombra y reparo, sólo así al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y de frutos.
Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve”.
(“Donde el corazón te lleve”, Susana Tamaro)
Cojo aire y me sumerjo un poco más...

Hay que reconocer que hoy son muchos los estímulos y los reclamos que tenemos para vivir en la superficialidad de la existencia sin tocar nuestras raíces profundas.
El silencio es la llave que nos permite abrir la puerta de “nuestra propia casa”, de nuestro interior. Hablamos del silencio que produce vida, silencio fecundo. El silencio lleva a la profundidad, a las raíces, a la fuente de agua viva. Es un silencio que surge del dejarse sorprender, de la pregunta que busca la verdad, de la palabra callada que deja paso y espacio al misterio que encierra nuestra propia realidad y la realidad del otro y de la otra. Es un silencio que implica en nosotras cultivar una serie de actitudes: saber pararnos, estar en el “aquí y ahora” despiertas a nosotras mismas y a la realidad que vivimos, paciencia para esperar, aguardar que las cosas, las situaciones, las personas, nuestro propio corazón nos hablen, confianza en que la realidad está habitada por una luz de belleza, de verdad y de bondad que sólo podemos captar desde una mirada serena y contemplativa.
El silencio se prepara, se educa, se ejercita. No es fácil con el ritmo que muchas veces llevamos dejarle espacio. Aquí os dejamos alguna pista, sugerencia que puede ayudarnos a entrar en él.

Para bucear por tus propias aguas y encontrar nuestro tesoro.
Busca un lugar tranquilo y cómodo. Adopta una postura descansada que te permita permanecer en ella durante un rato largo. Cierra los ojos, deja caer suavemente los párpados. Concéntrate en tu respiración, inspira y espira tomando conciencia de cómo el aire va entrando en ti y va llegando poco a poco a todo tu cuerpo. Siente como tus músculos se van relajando a medida que el aire va entrando y saliendo con tu respiración. Acompaña al aire que entra y se dirige a todos tus órganos, como se llenan tus pulmones, tu estómago, como se oxigenan tus brazos y piernas, como se va relajando tu rostro. Poco a poco se irá tranquilizando también tu mente, y aunque te asalten pensamientos sobre lo que tienes pendiente por hacer, sobre tus sentimientos, no te preocupes, sigue concentrado, concentrada en tu respiración. La respiración te ayuda a centrar la atención, te aísla de los ruidos exteriores, y acalla tus ruidos interiores. Toma conciencia de cómo el silencio va creciendo dentro de ti, y cómo se va acercando a tú yo más íntimo. Permanece en este silencio de forma tranquila y todo el tiempo que puedas y necesites.
Vuelve a tomar conciencia de tu respiración, de la circulación del aire por tu cuerpo, abre lentamente los ojos. Sería bueno que en este momento, recogieras en tu cuaderno los sentimientos, las sensaciones, que te han surgido en este rato de silencio.
Te invitamos a que repitas este ejercicio habitualmente, cada vez te resultará más fácil y enriquecedor.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Al hilo de la confianza

Hace unos días conversábamos tranquilamente varias personas amigas. Una comentó que se sentía nerviosa, como desconfiada últimamente y no sabía lo que le pasaba. Otra nos dijo que había empezado el curso con muchas ganas, confiada en que lo que le venga será para bien. Me atreví a decir que para mí lo importante es que en mi día a día me siento rodeada de personas en las que puedo confiar. Entonces vi cómo una de mis amigas palidecía y enmudecía. Todas notamos la tensión en el ambiente. ¿¡Algo pasaba y no nos habíamos enterado!?
Pues sí, ALGO pasaba: mi amiga no podía más de oír hablar de proyectos, de confianza, de relaciones amistosas. Después de preguntarle con cariño explotó: “¡No me habléis de confianza, ahora mismo no puedo ni pensar!” Sencillamente Martina –así se llama esta amiga– acaba de terminar una relación de pareja de cinco años, con proyectos de matrimonio incluidos. ¿Qué ha pasado? Ni ella misma se lo explica, pero en este momento no puede ni oír hablar de la palabra confianza.
La palabra confianza… ¿acaso es una mera palabra? Yo diría que se trata más bien de una profunda experiencia humana que a nadie deja indiferente. Todos hemos tenido en nuestra vida experiencias de dolorosa ruptura como Martina, pero también de fiarnos y crecer en humanidad gracias a ello.
Desde que nacemos vivimos abocados a fiarnos de los demás. Fiarnos de los demás y tener una visión del mundo de la vida, de las relaciones, como de algo básicamente positivo es una necesidad básica universal. Quizá nuestro camino de humanización consista en pasar de una confianza ingenua a una confianza realista, pero en todo caso, por más que queramos, no podemos basar nuestra vida en no confiar.
En realidad, la opción de cerrarnos y no fiarnos sí es posible, pero entonces nos resultará bien difícil tanto crecer y ser felices como propiciar que otros lo sean. De hecho, todos nos hemos ido construyendo como personas desde la confianza que otros han depositado en nosotros. Y así seguimos creciendo y apostando por salir, aprender, crecer y amar. Eso sí, cuando alguna oleada salvaje nos hiere, como a mi amiga Martina, necesitamos tiempo para curar las heridas, pero también relaciones que nos sostengan, que nos vuelvan a recordar, vivencialmente, que merece la pena confiar.
Para concluir, querría recordar que nuestra capacidad de ser felices está ligada a la de confiar. Por eso resulta tan importante preguntarnos sobre cómo vivimos en el día a día esta actitud fundamental. Por ejemplo: al empezar una relación con alguien que no conozco, ¿me es fácil abrirme, sentirme confiada/o? ¿Y ante un grupo de personas o una situación nueva, tengo más facilidad para confiar o para desconfiar?
Durante este mes de noviembre podríamos darnos la oportunidad de pensar en esto. Caer en la cuenta de nuestras tendencias, pensar en las personas en las que podemos confiar hoy, en las personas que nos hacen confianza, y quizá nombrar las experiencias que nos han marcado para vivir más confiados o más desconfiados. Aprender de nuestra propia historia (nosotros mismos, que tendremos experiencias de todo tipo,) nos puede ayudar para caminar, en la medida que podamos, más confiados y por tanto, más felices.

lunes, 27 de octubre de 2008

Hace muchos, muchos años, o por lo menos a mi me lo parece, cuando se trajo el Guernika a Madrid, lo expusieron en el Casón del Buen Retiro. Por aquella época recuerdo haber ido a Madrid, no se muy bien el por qué, lo que si recuerdo es haber ido a verlo sola. Al entrar, los bocetos se me ofrecieron como un aperitivo. Después de pasearme entre ellos observando los detallers que era capaz de ver, perdibir o intuir, pasé a la sala donde se encontraba el Guernika. recuerdo lo pequeña que me encontré en aquella inmensa sala presidida por la pintura. me quedé paralizada y asombrada y desde no se qué lugar de mi interior, se fue abriendo paso un sentimiento de acción de gracias que no me cabía dentro, luchaba por salir por cada uno de los poros de mi cuerpo. Pensé que era una mujer afortunada por poder disfrutar de la belleza que me rodea, por poder disfrutar de la creatividad , de la expresión de otras personas.
Ahora no me gusta donde está el Guernika. Cuando lo veo siento que está encerrado, y que ni yo ni nadie podremos volver a disfrutar con su visión como yo lo hice en aquella ocasión.

sábado, 25 de octubre de 2008

Haití se muere de hambre

La ONG Acción Verapaz pide ayuda ante el grito de hambre que llega desde Haití, tras el paso de los huracanes. El contacto de Acción Verapaz en Haití "Petits Frères de Sainte Thèrese" cuenta que los campesinos pasan varias veces al día por su casa preguntando por si ha llegado alguna ayuda. Pero no pueden esperar muchos más ¡¡¡Es que se mueren de hambre!!!. Si quieres colaborar a través de estos medios puedes hacer tu ingreso en la cuenta corriente de Acción Verapaz indicando el objetivo AYUDA URGENTE A HAITÍ. Por pequeña que sea tu ayuda merece la pena que nos unamos contra el hambre de esas personas.
Para más información puedes mirar en la página de la ONG: http://accionverapaz.org/

domingo, 12 de octubre de 2008

EMPEZANDO A BUCEAR






Nado por una narración…

En el principio de los tiempos, se reunieron varios demonios para hacer una travesura. Uno de ellos dijo: "Debemos quitarles algo a los hombres, pero, ¿qué les quitamos?".
Después de mucho pensar uno dijo: "¡Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que no la puedan encontrar". Propuso el primero: "Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo", a lo que inmediatamente repuso otro: "no, recuerda que tienen fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está".
Luego propuso otro: "Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar", y otro contestó: "No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará".
Uno más dijo: "Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra". Y le dijeron: "No, recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad".
El último de ellos era un demonio que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizó cada una de ellas y entonces dijo: "Creo saber donde ponerla para que realmente nunca la encuentren".
Todos voltearon asombrados y preguntaron al mismo tiempo: "¿Dónde?". El demonio respondió: "La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontraran". Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.

Cojo aire y me sumerjo un poco más…

Probablemente, en este pasado verano, hayas realizado algún viaje. Ahora, comenzado ya el curso, te proponemos hacer otro viaje, uno muy especial: un viaje al interior de ti misma, de ti mismo.
Para vivir de verdad, necesitamos viajar a nuestro interior, necesitamos conocernos para relacionarnos en verdad, con nuestro entorno, con las personas con las que nos encontramos a diario: familia, amigos, pareja, compañeros de estudios o de trabajo,…
Es un viaje en el que no veremos grandes monumentos, museos o disfrutaremos del paisaje, sino que buscaremos y trataremos de encontrar la identidad que nos permitirá, que te permitirá, decir tu palabra auténtica a la vida.
Sí que será un viaje lleno de riesgo y sorpresas. Encontraremos dentro de nosotros y nosotras, quizá sentimientos, pensamientos, actitudes, que no nos gusten mucho, quizá desconocidas. Pero también descubriremos la sorpresa de encontrarnos con nosotros mismos, la alegría de hallar nuestro gran tesoro, nuestra humanidad y bondad. Nos descubriremos valiosos y valiosas.
Caminaremos por nuestra propia experiencia personal, la experiencia que te va indicando quién eres, qué te importa en la vida, a qué le das valor y a qué no. La experiencia que te conduce a los demás, que te une a otras personas. La experiencia que te da sentido, que te llena de felicidad, que te hace amar la vida, vivir y crear vida.

Para bucear en tus propias aguas…

Para realizar este viaje necesitarás llevar algunas cosas que te resulten útiles, piensa un tiempo, el que tú decidas, qué podrías necesitar. Te proponemos algunas posibilidades: capacidad de escucha, capacidad de pararte, crear un espacio en el que te encuentres cómodo y en el que puedas ser tú mismo, tú misma, silencio, contacto con la naturaleza, la visión del mar, de un árbol,…
Sería bueno que tuvieses un cuaderno donde anotar aquello que te apetezca recordar, retomar, lo que te mueve por dentro.

Puedes empezar este viaje, recordando y reviviendo tu experiencia vital hasta hoy: los momentos importantes de tu vida, las personas que forman parte de tu historia, acontecimientos que te han marcado,… Todo lo que has vivido forma parte de tu equipaje y te acompañará en este viaje a tu interior.

… y encontrar nuestro tesoro.

A veces nos da miedo mirar dentro de nuestra envoltura, y sin embargo, Dios nos llenó de una bondad que es sólo nuestra.

lunes, 6 de octubre de 2008

BENÍN

Conocí a Nadine en marzo 1998, cuando tuve ocasión de pasar unos días en Benín, su país. El sentido de la solidaridad y su deseo de estudiar trabajo social para comprometerse en el desarrollo de su pueblo, apoyando a los más necesitados, me atrajo enormemente y me interpeló. Después he tenido ocasión de verla una o dos veces en Europa y hemos podido compartir acerca de las realizaciones concretas de su deseo inicial.

Actualmente, ya profesional, está comprometida en un proyecto de trabajo en la cárcel de Parakou, ciudad en el centro-norte de Benin. Se llama: “Proyecto de acompañamiento y educación de los jóvenes en el medio carcelario.”. Fue Nadine quien lo elaboró y lo puso en marcha desde la Entidad CARITAS-BENIN. Se trataba de dar respuesta a una situación de dolor, un círculo que había que romper por algún lado:

delincuencia juvenil, encarcelamiento, falta de atención humanizada, falta de atención educativa y de trabajo de reinserción, cumplimento de la pena y salida de la cárcel, reincidencia y vuelta al primer punto: nuevo encarcelamiento.

La prisión civil de Parakou se sitúa en el corazón de la ciudad. En ella habitan varones y mujeres adultos/as y jóvenes separados de los adultos desde hace unos dos años. En una cárcel prevista para 100 personas, ahora están 500. Son 200 los menores detenidos y los jóvenes entre 18 y 25 años constituyen la mayoría de la población recluida en esta casa de arresto.

El “Proyecto de acompañamiento y educación de los jóvenes en el medio carcelario.” Se propone la recuperación de los niños en conflicto con la ley atendiéndolos, por una lado, con una presencia permanente de personas competentes, es decir, no sólo aficionadas. Por otro lado, el trabajo se realiza en colaboración interdisciplinar: jueces, trabajadores sociales, enfermero, educadores especializados – no posible todavía por falta de medios- y administración penitencial.

Realizando su sueño, Nadine coordina y dinamiza este proyecto con entusiasmo y perseverancia. La ONG ACCIÓN VERAPAZ (WWW accionverapaz.org), a petición de Caritas Benin, estamos tratando de conseguir el remanente necesario para que pueda efectuarse este proyecto en condiciones mínimas.

Si deseas más información, te la ofreceremos con gusto.

Carmen L.


domingo, 5 de octubre de 2008

TIRAR DEL HILO

Cada año al comenzar el curso me planteo: “tienes un camino por delante”. Dado que soy profesora, cada curso, pienso con ilusión en el primer día de clase y preparo lo que quiero transmitir a los alumnos/as. Este curso en concreto, lo primero que me vino fue: “tenemos ante nosotros un camino a recorrer y es un camino que ustedes y yo vamos a compartir. De ustedes y de mí dependerá darle un contenido al tiempo que vamos a pasar juntos, el tiempo de las clases. De ustedes y de mí depende el que lo pasemos lo mejor posible. Aunque haya alguna cuesta arriba como en todo camino, de nosotros depende llegar al final de curso con buen sabor de boca. No podemos elegir el horario, el lugar, ni tampoco todas las tareas que hagamos, pero sí el modo en que nos vamos a situar, la forma en que nos vamos a relacionar y también el trabajo que queramos realizar”.

Este camino que les presenté a los alumnos puede ser un símbolo para todos: ¿A quién no le gusta el símbolo del camino? Tal vez sea porque lo que nos gusta es vivir y el camino representa la vida. ¡Cuántas personas han peregrinado a lo largo de la historia! ¡Cuántas redescubren hoy un sentido a realizar el camino de Santiago! Un camino interior que les lleva a la experiencia de sentirse bien. Ya decía Goethe “No se camina sólo para llegar sino para vivir caminando”. Pues sí. Este curso nos presenta un camino, no ya prediseñado sino que se nos irá “haciendo al andar” como decía Machado.

¿Andar? ¿Hacia adónde? Cada uno de nosotros/as tendremos la experiencia de necesitar crecer personalmente, habremos sentido un algo interior que nos invita a avanzar, a acercarnos hacia ese sentirnos mejor por dentro, sentirnos mejor con el otro/a, sentirnos mejor en nuestro mundo.

¿Cómo llamarlo? ¿Crecer? ¿Madurar? ¿Hacernos más persona?... A mí me gusta llamar a este proceso crecer en humanidad. Un proceso que incluye el cuidado de nuestras diferentes dimensiones: corporalidad, psicología, conocimiento, afectos, interioridad y mundo del sentido de la vida, en una tarea de integralidad. ¿Suena a mucho? Quizás nos resulte más cercano si damos con el hilito que tira de nosotros, ese hilito que nos invita a movernos mejor en una dirección que en otra. Un hilito que tira de nosotros y cuyo Origen no está en las alturas sino en nuestra propia profundidad. Seguramente si reconocemos ese hilito y nos dejamos mover por él nos resulte todo más fácil.

Un primer paso para tirar del hilo puede ser preguntarnos: ¿Cómo me encuentro en la relación conmigo mismo/a? Pararse y escuchar lo que sale de dentro, ése sería el pasito primero que les invito a dar. Plantearse ¿Qué busco realmente?

Jesús de Nazaret formuló esta pregunta a aquellos que andaban cerca de él: “¿Qué buscáis?”, les decía. Así aparece 44 veces en el evangelio de San Juan, la última vez dirigiéndose a María Magdalena: “¿A quién buscas?”. Esta pregunta toma en serio al otro y le invita a tomarse en serio a sí mismo. A cada uno de nosotros/as que escuchemos la pregunta ¿Qué buscas? se nos está invitando a mirarnos y a vernos en proceso dinámico. Para contestarla desde la verdad del corazón, tenemos que ir nombrando todo aquello que aparentemente da contenido a nuestros deseos pero que, en realidad, nos dis-trae y necesitamos atravesarlo si queremos llegar a nuestro deseo más auténtico y más nuestro, aquel que nos hace buscar: ¿Quién soy yo? ¿Cuál es mi verdad? ¿Qué hago con mi propia historia? ¿Qué esperanzas y qué anhelos tiran de mí hacia mi centro?

Nos quedamos aquí. Te invitamos a que te preguntes,… Puedes compartir aquí lo que te ha sugerido esta reflexión y seguro que nos ayuda a todos. Cada mes, la primera semana, iremos colgando también otras preguntas o temas relacionados con crecer en humanidad. Si se te ocurre alguna sugerencia o comentario te agradeceremos que lo hagas también.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Para orar de cara al Adviento


Aunque parece que está muy lejos, la Navidad está a la vuelta de la esquina. Pronto llega entonces el tiempo de prepararse: el Adviento. Normalmente las prisas nos impiden incluso darnos cuenta. De ahí este breve aviso tan pronto, para que vayamos reservándonos una fecha: el último fin de semana de noviembre (28 al 30) podrá ser una ocasión de rezar tranquilamente, abrir el corazón y prepararlo para acoger al Señor que viene. Tendremos la suerte de ser un grupo reducido -se admitirá a la gente por orden de inscripción- que nos encontraremos cerca de Valladolid, en una casa de acogida con un entorno natural privilegiado. Seremos todos mayores de 18 años y habrá distintos ritmos de oración según las necesidades.

Desde nuestra experiencia, suele ser un momento muy especial que nos ayuda a vivir con sentido, más allá del de la sociedad de consumo, las semanas previas a la Navidad.

Un Adviento diferente es posible...

Si te interesa vivir algo distinto, pregúntanos. Puedes hacer comentarios en este blog y, de todos modos, seguiremos informando.

domingo, 28 de septiembre de 2008

“Para muchas y muchos la Noche en Blanco de Madrid les quedará muy lejos, para otros no sabrán ni que existe.
Bueno el hecho es que, esa noche, algunas tardamos una hora en ir desde la Plaza Mayor a la Plaza de la Villa (calculo que unos 250m). ¿Había tanta gente? Os preguntaréis. No, simplemente caminamos despacio, muy despacio, moviendo todo el cuerpo y concentradas, muy concentradas para no perder el ritmo, pero perder el miedo al ridículo. Creo que lo más increíble fue tomar conciencia de lo difícil que resulta el hecho de andar y acompasar tu ritmo al de otras personas. Todo lo que me rodeaba se transformó en paz y armonía.
Fue una hora, duró poco, pero hoy experimento que andar, que caminar es un acto mágico”

lunes, 22 de septiembre de 2008

Una película con frescura

Todavía está en cartelera una película que aunque no tiene un argumento de gran profundidad, sí que consigue enganchar, mantener la atención e incluso hacer pensar, eso sí entre carcajadas. En Mamma mía, Meryl Streep, logra sorprender y hasta desconcertar , al haber aceptado ser la protagonista de este musical.
La historia, aparentemente intrascendental, refleja temas tan humanos como la búsqueda de la propia identidad, la amistad entre mujeres, el perdón, el amor...
Una forma de pasar un buen rato para cualquier público. Se puede ir con los amigos, la familia y hasta solo porque el comentario del vecino no te faltará.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Escuela sobre marginación

A partir de octubre empieza en Madrid un interesante curso para personas relacionadas con la marginación. Son tres días a la semana de octubre a mayo, con un trabajo práctico e intenso que tiene ya una historia de 30 años, en los cuales ha ido intentando responder a la realidad que cambia.
Aborda la realidad de jóvenes y adolescentes, pedagogía, atención jurídica, análisis de la sociedad,... Tanto el planteamiento global como los ponentes están aterrizados en la realidad social. Pretende ser espacio para el encuentro, reflexión, investigación,...
Para más información: www.escuelasobremarginación.org

viernes, 8 de agosto de 2008

8 de agosto 2008, fiesta de Sto Domingo de Guzmán

Hoy, día de Santo Domingo de Guzmán, nos hemos reunido un numeroso grupo de hermanas y amigos en nuestra casa de Huerta del Rey (Valladolid). Alrededor de la mesa de la Eucaristía hemos compartido la fe y la alegría de haber sido convocadas a vivir nuestro carisma dominicano hoy. En nuestra oración han estado presentes las alegrías, las necesidades, las esperanzas del mundo. A continuación hemos disfrutado de una comida muy alegre y fraterna.
Si tú también has celebrado o deseado celebrar Santo Domingo, nos encantaría que nos lo cuentes.
Rosario op. y Támara op.

sábado, 26 de julio de 2008

Congreso de Teología

La Asociación de Teólogos Juan XXIII organiza como cada año el Congreso de Teología que esta vez tendrá lugar del 4 al 7 de septiembre. El tema será "Cristianismo y laicidad".

jueves, 24 de julio de 2008

EDUCAR LA INTERIORIDAD

Durante este verano he tenido la oportunidad de participar en un curso muy interesante sobre la educación de la interioridad.
En él se nos decía que además de las ocho inteligencias que Gardner enumeró poseemos otra que él no se atrevió a afirmar del todo como inteligencia espiritual. Sin embargo si la reconocía aunque no profundizó en el tema y la denominó inteligencia existencial o trascendente definiéndola como " la capacidad para situarse a sí mismo con respecto a tales rasgos existenciales de la condición humana como el significado de la vida, el significado de la muerte, y el destino final del mundo físico y psicológico en profundas experiencias como el amor a otra persona o la inmersión en un trabajo de arte".
Pues ahora resulta que varios autores y científicos/as están a vueltas con el tema y reflexionando sobre las consecuencias que a nivel educativo tendría en la escuela.
Si poseemos esta inteligencia, como todas las demás, más o menos desarrollada en cada persona, tendríamos que preocuparnos de potenciarla. Con ella nos jugamos el sentido que vamos encontrando a la vida, la preocupación por el crecimiento personal y las relaciones con la naturaleza y los demás y en último término nuestra felicidad.
Bueno, nada más por el momento, solo quería compartir con todas vosotras/os algo de este curso que me pareció tan interesante y jugoso.
María S. V

miércoles, 23 de julio de 2008

Etiopía

El sábado 12 de julio Informe Semanal ofreció un reportaje sobre Etiopía ante el que una no puede más que sentir vergüenza. Varias personas hemos comentado, sin saber muy bien cómo, o dónde, la posibilidad de ponerse en contacto con los que están trabajando allá. Un periodista inquieto logró a través de TVE y luego del correo electrónico del misionero que aparecía en el reportaje, ponerse en contacto para ver posibilidades de aportar financiación a su labor. En el momento que tengamos datos concretos, lo publicaremos en una nueva entrada.

Encuentro de familia dominicana

Algunas hemos tenido la suerte de participar en el encuentro de Familia dominicana sobre los laicos. Ha sido una experiencia preciosa de relación y formación, con la posibilidad de retomar los distintos elementos dominicanos y compartir cómo los vivimos. Ese fin de semana del 11 al 13 de julio en Caleruega ha sido un regalo de Dios para todos.

ENCUENTRO DE ORACIÓN

Este próximo fin de semana -del 24 al 27 de julio- no podrá celebrarse el encuentro alternativo "Oramos la vida", por motivos ajenos a nuestra voluntad. Queda en pie la posibilidad de encontrarnos para orar a finales de noviembre, tal y como lo venimos haciendo todos los años en Valladolid.