Hemos creado este espacio con la finalidad de poder compartir con libertad, abrir caminos, hacernos preguntas… aprender y desaprender juntos y juntas de la vida, del mundo, de Dios, de nosotras y nosotros y de las demás personas. Nos gustaría bucear contigo en la vida, buscar claves, intuiciones, que nos ayuden a crecer en una espiritualidad libre y alegre.

domingo, 23 de noviembre de 2008

En este momento estoy en el último curso de formación en terapia gestalt. Está siendo una aventura apasionante y me siento inmensamente agradecida por haberme podido embarcar en ella. Probablemente conoceréis lo que llaman “oración” de la gestalt, de S. Pearls. Es muy interesante y quiero compartirla:

Yo soy yo y tú eres tú.

Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y,

tú no estás en este mundo para cumplir las mías.

Tú eres tú y yo soy yo.

Si en algún momento o en algún punto nos encontramos,

y coincidimos, es hermoso.

Sino, pocas cosas tenemos que hacer juntos.

Tú eres tú y yo soy yo.

Falto al amor a mi mismo

cuando en el intento de complacerte me traiciono.

Falto de amor a ti,

cuando intento que seas como yo quiero

en vez de aceptarte como realmente eres.

Tú eres tú y yo soy yo.

Comparta también mi experiencia:

He tardado en comprender, en darme cuenta, que sentirme satisfecha y a gusto conmigo misma no depende del criterio de los demás ni de que me encuentren agradable. ¡Cuántas veces tengo que pararme para ser consciente de que no estoy en este mundo para satisfacer las expectativas de los demás... y viceversa! ¡Cuánto tiempo he necesitado para interiorizar que el respeto a los demás empieza por el respeto hacia mí misma y que eso no es ser egoísta sino honesta!

Es hermoso cuando en el encuentro con alguien se produce la chispa que lleva a compartir y también reconozco que hay personas con las que, por algún misterio, no me encuentro… y no pasa nada.

No me quiero cuando al tratar de complacer me traiciono. No amo a la otra persona cuando intento que sea como yo quiero. Es un reto para mi aprender a respetarme y aprender a aceptar a la otra persona tal como es (que no quiere decir que me guste o que este de acuerdo con ella).

Me gusta lo que insinúa este texto pero al mismo tiempo confieso que hay algo que me falta… No me resulta suficiente el “yo soy yo y tú eres tú”, se queda pobre; creo que es un principio necesario pero me siento invitada a ir más allá: hacia el “nosotr@s”. Miro mis relaciones de amistad y probablemente no serían lo que son si me/nos hubiéramos quedado en el “yo soy yo y tú eres tú”. Doy las gracias a todas esas personas tan queridas para mí que no me han dejado en el “yo soy yo” y me han retado a construir el “nosotr@s”.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo, en que cuando utilizo "yo soy yo, y tú eres tú" es cuando quiero poner, coscientemente, una separación entre la otra persona y yo. En mis relaciones, más cercanas y queridas, hay un nosotros tejido de respeto de implicación y de cariño. Creo que no se explicarlo muy bien, pero se da la intención de que la otra sea quien es, aunque a veces ¿me gustaría que fuera de otra forma?

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