Hemos creado este espacio con la finalidad de poder compartir con libertad, abrir caminos, hacernos preguntas… aprender y desaprender juntos y juntas de la vida, del mundo, de Dios, de nosotras y nosotros y de las demás personas. Nos gustaría bucear contigo en la vida, buscar claves, intuiciones, que nos ayuden a crecer en una espiritualidad libre y alegre.

jueves, 1 de octubre de 2009

NUESTRAS OBSESIONES

Ya empezando el mes de octubre donde, supuestamente todos y todas, hemos programado o bien hemos vuelto a retomar lo que dejamos pendiente antes de vacaciones. Al empezar este mes ya estamos más o menos empistadas en nuestro quehacer diario, pues bien en este momento os hago la invitación de pensar cuales son nuestras obsesione. Yo tengo una que es obsesiva: hacer que mi tiempo esté programado, tengo la necesidad de justificarme que cada momento está aprovechado, lo cual me lleva en alguna ocasión a sentirme culpable y busco obsesivamente la forma de emplearlo.
Os preguntaréis a qué viene este tema en este momento, cuando lo que, por todas partes, se nos ofrece son propuestas para estar mejor, sentirnos bien, como cuidarnos y de alguna forma como olvidarnos de aquello que no nos gusta o nos es doloroso. La verdad es que nuestras obsesiones, por serlo, nos acompañan allá donde vayamos, allá donde estemos durante mucho, mucho tiempo. A veces durante toda una vida.
En mi obsesión por ocupar el tiempo dedico los trayectos en transporte público a leer. Hace unos días salí de casa corriendo y olvidé coger el libro que me acompaña en estos momentos, así que me dediqué a mirar. Descubrí que mirar también es una buena forma de ocupar el tiempo y, ya veis mi obsesión por justificarme que no lo he perdido, observé a tres hombres en torno a los treinta años interesados en fotografiar furtivamente a tres adolescentes; muchos rostros de mujeres cansadas, medio dormitando en el vagón; varias personas que con cara amable y una buena sonrisa prestaban su asiento a otras que parecían más cansadas; un chico ¿obsesionado? en que su pierna derecha dejara de temblar, lo cual conseguía por espacio de dos segundos para volver al mismo movimiento. Todas y cada una de estas personas conectaron con alguna parte de mí misma, afectándome de forma diferente mientras yo seguía como espectadora pasiva en medio de todos estos acontecimientos.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado tu reflexión y también las imágenes. Me transmites stres, agobio,... obsesionarse por aprovechar el tiempo no sé si hace aprovecharlo más, pero sí tener sensación de velocidad? Yo la obsesión que tengo últimamente es la de vivir, aunque tenga muchas cosas programadas, sin acelerarme por dentro. Y la verdad es que no lo consigo siempre, ¿será que no me "obsesiona" lo suficiente? No, creo que en mí ahora mismo eso no es una obsesión, sino una inquietud.
    ¿De verdad lo tuyo con el tiempo es OBSESIÓN = Idea que con tenaz persistencia asalta la mente según la Real Academia de la Lengua? ¿Te asalta la mente realmente...? Sólo tú seguramente lo sabrás.

    ResponderEliminar
  2. Hola Támara, creo que no es una idea que con tenacidad asalte me mente. Más bien los aprendizajes nos hacen sentirnos responsables.
    Creo que la obsesión por vivir está muy bien, ahora la pregunta que yo haría sería ¿qué significa vivir?
    Mejor esta reflexión la dejamos para otro día, quizá para el siguiente artículo del blog.

    ResponderEliminar