Hemos creado este espacio con la finalidad de poder compartir con libertad, abrir caminos, hacernos preguntas… aprender y desaprender juntos y juntas de la vida, del mundo, de Dios, de nosotras y nosotros y de las demás personas. Nos gustaría bucear contigo en la vida, buscar claves, intuiciones, que nos ayuden a crecer en una espiritualidad libre y alegre.

jueves, 23 de septiembre de 2010

¿Dar las gracias?


En estos momentos se lleva poco eso de dar las gracias. Si vamos a un bar, el camarero tiene que servirnos lo que hemos pedido, es su obligación ¿por qué hay que dar las gracias?, Si alguien limpia el lugar en el que trabajamos, las calles por las que paseamos, las estaciones de metro por las que pasamos, si por las mañanas el metro huele bien... ¿hay que dar las gracias? Claro que si... y se me ocurren dos motivos: el primero porque los demás son capaces de hacerme la vida más agradable, me la facilitan; el segundo motivo es que si somos capaces de ver lo anterior y de agradecerlo, se nos ha regalado una forma particular y peculiar de mirar y de ver la realidad. Una realidad donde todas las personas estamos interrelacionadas. Espe
ro que seamos capaces de acoger este regalo, poder contemplar el hacer de tantas personas que nos ha facilitado estar donde estamos y percibir los pequeños y grandes regalos invisibles que nos llegan continuamente: las risas, los cantos de una fiesta de cumpleaños celebrada en la calle, que me acompañan mientras llego a casa; las miradas de ¡qué alegría verte! ¡que bien que llegaste!, que me ayudan a sentirme bien, a reconocerme, a saber que este es mi lugar y a él pertenezco; el libro que me traigo entre manos estos días, sugerido por un amigo y que me está haciendo disfrutar; la música que me relaja y me hace sentir ligera, la que me excita y me invita a la danza, la música que me ablanda el corazón y me ayuda a entrar y a hablar desde lo profundo. Podría seguir enumerando una gran cantidad de regalos
recibidos, en este día que se termina, estoy segura que vosotros y vosotras también lo podríais hacer. Hoy quiero poner en mayúsculas mi mayor regalo: UN AMIGO. Estoy abrumada. A quien corresponda: gracias, gracias, gracias, gracia…

1 comentario:

  1. Gracias por tu compartir, gracias por ayudarme a valorar todas esas gracias cotidianas. Agradecer es quizá una de esas actitudes vitales que más me ayuda, me hace sonreír, me da ganas de vivir, me aligera...

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